Tendemos a mirarnos con ojos críticos. Cuando queremos cambiar algún aspecto de nuestra vida o de nosotros mismos, lo hacemos por obligación, sometiéndonos a cierta presión, porque no nos gustamos, o desde la perspectiva de no estar a la altura. A menudo, somos muy exigentes y estrictos con nosotros mismos, y tratamos de cambiar las cosas con un mayor esfuerzo, sacrificándonos, y sufriendo. Te propongo un plan diferente. Mírate con un sentido de aprecio. Reconoce tu valor. Obsérvate con una mirada amorosa. Date cuenta de lo que está sucediendo en tu interior. Simplemente obsérvate, sin juzgarte, y trata de entender quién eres, qué piensas y sientes, por qué haces o dejas de hacer ciertas cosas, o qué te hace reaccionar. Descúbrete. También juzgamos la realidad. Si prestas atención, te darás cuenta de cuántas veces al día te quejas cuando la realidad no encaja con el concepto que tienes de ella, o las cosas no salen como tú quieres. Observa qué te hace sentir frustración o tristeza, qué cosas te desequilibran o te ponen de mal humor. Examina todo este material con curiosidad y comprensión. No seas duro contigo por estar donde estás, o por todo aquello que consideras errores, defectos, imperfecciones, o faltas. Quédate donde estás, totalmente presente, sin quejarte, sin juzgar el mundo que te rodea o tu universo interior. Supongamos que estás cuidando a alguien que tiene problemas de salud. Sabes que esa persona puede hacer más para mejorar su estado, y te gustaría que asumiera responsabilidad sobre su curación. Pero no es eso lo que está sucediendo. Eres comprensivo, amable, paciente, y cariñoso, hasta el momento en el que, inesperadamente, explotas por una pequeña cosa. En ese momento, le hablas a esa persona con un tono de enfado diciéndole que tiene que cambiar su comportamiento y poner más esfuerzo en su curación, o que tú no vas a continuar presenciando esa situación. Te has alejado totalmente del Amor que sientes por ese ser. Algo ha cambiado en tu interior. Si te observas, verás qué es lo desencadenó ese tono de enfado y tus palabras, por qué reaccionaste así, la cantidad de emociones que has acumulado, tu miedo a perder a esa persona que amas en acción, la necesidad de expresar tus sentimientos, la frustración e impotencia que has estado escondiendo, y mucho más. Si te das cuenta de lo que sucede en tu interior, aprenderás mucho sobre ti y cómo vas por la vida. Eso es lo importante. Entenderte un poco más cada día. Si reaccionas, te enfadas, y pierdes los estribos, no pasa nada. Eres humano. Puedes perdonarte, dejar ir todo lo que sucedió, disculparte si deseas hacerlo, o entenderlo y continuar con tu vida. Pero presta atención, porque te puedo asegurar que muy pronto te sucederá algo similar. Si has aprendido de la última experiencia vivida, las cosas pueden desarrollarse de manera diferente. De lo contrario, puedes volver a reaccionar de la misma forma. La vida te dará múltiples oportunidades para aprender y practicar. Suspender tu reacción instantánea te dará tiempo para observarte y elegir tu respuesta. Observa cómo se alteran tus pensamientos, y tus emociones están en plena acción mostrándote lo que estás experimentando en ese momento. ¿Por qué esto es importante? Porque si puedes darte cuenta de tu comportamiento, y crees que esa no es la experiencia que deseas, entonces puedes hacer algo al respecto. Una vez eres consciente, puedes decidir. Tienes el poder de elegir. Respirar profundamente, parar y observarte en cualquier situación que estés viviendo, te permitirá convertirte en alguien diferente. Puede que no tengas control sobre los sentimientos que experimentas, pero siempre puedes elegir cómo responder a la vida y sus eventos. Una reacción instantánea puede ser algo que hayas aprendido, un patrón, pero se puede cambiar con un poco de práctica. Pero solamente si te das cuenta de que tienes el poder para hacerlo. Si te observas con compasión y comprendes lo que está sucediendo en tu interior. Si decides no reaccionar y eliges ser más amoroso, comprensivo y paciente contigo y con los demás. "La mejor forma de capturar momentos es prestar atención.
Así es como cultivamos la atención plena" Jon Kabat-Zinn
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Autora
Judith Costa es Coach de Amor Incondicional, creadora de cursos, escritora y conferenciante. Posee un Máster en Psicología y Psicoterapia y un MBA. Es consultora certificada y profesora de Registros Akáshicos, terapeuta de vidas pasadas y entrenadora de felicidad certificada. Ayuda a sus clientes a amarse a si mismos, a manifestar la relación que desean, y la vida que merecen. Archivos
November 2023
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