Los seres humanos nacen con el deseo de compartir Amor con los demás. El Amor es una energía que no se puede controlar; debe fluir. Es necesario que demos y recibamos Amor para que ese flujo sea real. Dar Amor nos hace sentir bien. Tu corazón conecta con todo lo que amas genuinamente, se abre y transmite esa energía amorosa, pero ¿qué sucede cuando los demás nos ofrecen su Amor? Parece que tenemos más dificultad para recibir Amor que para darlo. Hay momentos en la vida de una persona en los que desea intensamente sentir Amor, pero no puede conectar con él. Cuando no hay flujo de Amor, no hay energía, el corazón se cierra. En esas circunstancias dejas de dar o de recibir Amor, o ambas cosas. Puede que te hayas sentido decepcionado, rechazado, traicionado, abandonado y, como mecanismo de protección, hayas guardado tu corazón en un castillo de gruesos muros para protegerlo de otros seres, pues crees que pueden volver a hacerte daño. Salvaguardas tu corazón porque has sido herido. Quizás creías que esta era la mejor solución para evitar el sufrimiento, pero lo que en realidad sucedió es que metiste tu corazón en la prisión del castillo y tiraste la llave. Ahora tu corazón está protegido, pero no puede expresar su preciosa energía de Amor. Al cabo de cierto tiempo, es posible que decidas derribar los muros del castillo y liberes a tu corazón para que pueda expresar de nuevo todo el Amor que contiene. Pero hay personas que sufrieron una herida tan profunda que han dejado de confiar en el Amor, quizás para siempre. El Amor nunca te traicionará ni te abandonará. Un ser humano quizás lo haga, pero el Amor siempre estará contigo. Es la energía que está en tu interior; es tu verdadera esencia. Tienes mucho Amor que repartir y es posible que no te hayas dado ni cuenta. Eres una fuente de Amor. Cuando aprendes a amarte realmente entiendes esto, dejas de buscar el Amor fuera de ti y de pedírselo a los demás. Si tienes mucho Amor, puedes compartirlo. No solo das, sino que también reconoces y aprecias el Amor que recibes. El Amor se presenta ante ti como apoyo, cumplidos, sonrisas, besos, abrazos, regalos, recursos, actos de servicio, palabras de aliento y empoderamiento, amabilidad, un ramo de flores, una comida casera… y de muchas otras formas. En numerosas ocasiones, damos por sentado el Amor. A veces, no valoramos el Amor que recibimos hasta que lo perdemos. Presta atención al Amor que aparece en tu vida todos los días. Es para ti, es valioso y merece ser reconocido. Cuanto más Amor propio sientas, más Amor podrás compartir con los demás sin pedir nada a cambio. Hemos sido educados en un sistema enfocado en dar Amor y anteponer las necesidades de los demás a las nuestras. Cuando nacemos sabemos perfectamente como ofrecer Amor incondicional, pero durante la infancia empezamos a creer que tenemos que dar Amor para recibirlo. Aprendemos lo que es el Amor condicional desde muy pequeños, pero el Amor verdadero no pone condiciones. Puedes dar el Amor que tú posees a cualquier persona o ser que quieras, sólo porque tú lo decides, sin importar quién sea el otro, o si merece o no ser amado. Hoy, mira a tu alrededor y aprecia todo el Amor que recibas. No solo te llegará a través de otros seres humanos. Date cuenta del Amor que te brinda tu mascota, las plantas de tu hogar y jardín que te ofrecen aire, flores y frutos, o el sol que sale para permitirte disfrutar de un nuevo día, dándote luz y vida. Aprecia el Universo que te rodea. Experimenta todo el Amor que existe ante tus ojos, sé consciente de él. Recíbelo y agradécelo. Si no ves Amor a tu alrededor, créalo tú. Comparte el Amor que eres y tienes con todo lo que existe en la Tierra. Este planeta será un lugar diferente y más amoroso si lo haces. Esta es la mejor contribución que puedes ofrecer a la humanidad y al Universo. Como embajadora del Amor, estoy aquí para recordarte que eres amado tal como eres. ¿Puedes recibir estas amorosas palabras? "No permitir que personas y acontecimientos ajenos a nosotros nos feliciten, celebren, aprecien, alimenten o amen es una defensa diseñada para protegernos del dolor psíquico. Las barreras contra el Amor se levantan en nuestro inconsciente cuando actúa en nombre de nuestra propia supervivencia"
Harville Hendrix
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El Amor está siempre disponible, ahí esperándote. Eres amado tal como eres. El Amor no hace distinciones y, como el sol, brilla para todos, incluyéndote a ti. Cuando no te sientes digno de ser amado, es porque en ese momento no puedes conectar con el Amor. La paradoja es que no podrás recibir verdaderamente el Amor de los demás mientras no te ames. El Amor comienza en tu interior. El agradecimiento por quién eres, la gratitud por todo lo que has recibido, y la autorreflexión sobre tus cualidades y dones, te ayudarán a reabrir la puerta de tu corazón y a amar plena, total, e incondicionalmente. El Amor es la clave para resolver cualquier problema o desafío al que te enfrentes. Deja que el Amor guíe tu vida. Cuando tengas miedo, conecta con el Amor y te sentirás poderoso. Cuando estés triste, comparte tu Amor con los demás y sentirás un cambio instantáneo. Cuando te sientas despreciado o rechazado, haz una pausa y conecta con el Amor que existe en ti, ese es el Amor verdadero. Cuando sientas algún dolor, envía Amor a esa parte de tu cuerpo que está sufriendo y cuídala adecuadamente. El Amor no puede herirte o decepcionarte, nunca. Tal vez tu corazón se rompió y sufres por ese motivo en este momento, pero eso no es culpa del Amor. El Amor es la fuerza más poderosa que existe y te ayudará a superar cualquier cosa. Si una relación, de cualquier tipo, no funciona como deseas, no te enfades, decepciones, o entristezcas, y pon más Amor en ella. El Amor es la solución, no el problema. Cuando seas capaz de amar a otro ser a pesar de quién es, o cómo se comporta, entonces podrás abandonar esa relación sin cabos sueltos, ni asuntos pendientes. El Amor y el perdón lo curan todo, especialmente el Amor hacia ti. El Amor nunca te dejará porque reside en tu interior. Es energía y, como cualquier otra energía, no se puede destruir, solo transformar. Tus seres queridos, aquellos que fallecieron y que ya no están contigo, te siguen amando y cuidan de ti en la distancia. Puede que no lo sientas, pero tus ancestros, y los seres que ya no están en este plano, están ahí para ti. Todavía están vivos en tu corazón y en el Amor que compartisteis. El Amor nunca te abandonará porque es eterno. ¡Confía en el Amor! "El Amor es un estado del ser. Tu Amor no está afuera, está en lo profundo de ti. Nunca puedes perderlo y no puede dejarte. No depende de otro cuerpo, o alguna forma externa"
Eckhart Tolle Cuando establezcas relaciones, asegúrate de que sean auténticas, ya sea con tu pareja, un colega de trabajo, un familiar, un amigo, o un hijo. Para ello deberás ver a la otra persona tal como es, y aceptarla totalmente. No intentes cambiar al otro, controlarlo, ni le digas cómo debe actuar para ajustarse a tu ideal. Tener una relación significa apoyar a la otra persona, animarla, estar ahí para ella, pero también respetarla y entender sus decisiones, incluso cuando no te parecen bien. ¡Qué difícil es ver que alguien a quien amas profundamente está estancado, confundido, es infeliz, o no está tomando la mejor decisión (en tu opinión)! Puede resultar complicado respaldar a alguien hasta que encuentre una salida, una solución, o un nuevo o mejor camino en su vida. Con frecuencia damos consejos a los demás que no nos han pedido, y lo hacemos con nuestras mejores intenciones, pero estos quizás no ayudan a la otra persona a seguir adelante, o no hacen que se sienta mejor. Para relacionarte auténticamente con otras personas, debes saber quién eres. Ves el mundo a través de tus ojos y descodificas lo que te sucede influenciado por experiencias pasadas, tu sistema de creencias, tu infancia, educación, y el entorno en el que vives. Cuando observes a los demás trata de hacerlo desde una perspectiva neutra. Sin darte cuenta, puedes juzgar a otros, o proyectar en ellos lo que no has solucionado todavía en tu vida, aún no has superado o comprendido, o todo aquello de lo que no eres consciente, porque lo has suprimido o reprimido. Culpamos a los demás por hacernos sentir de cierta manera, cuando en realidad nos están brindando la oportunidad de resolver problemas subyacentes y patrones inconscientes, y de curar heridas del pasado que aún nos afectan en el presente. Creamos relaciones basadas en las ideas que tenemos sobre cómo debe ser la conexión con una persona. Pero tal vez no conocemos a la verdadera "persona", no porque ella no nos permita hacerlo, sino porque no vemos quién es esa persona realmente. A veces, idealizamos a alguien y, después del período de luna de miel, cuando nos damos cuenta de cómo es realmente esa persona, la rechazamos. La otra persona no ha cambiado, fue siempre igual. Lo que ha cambiado es nuestra opinión solamente. En ese momento nos damos cuenta de que nos estábamos relacionando con esa persona a través del filtro de nuestras propias ideas sobre cómo debería ser y funcionar la relación, no auténticamente. Si deseas conocer a alguien de verdad, pasa tiempo en compañía de esa persona para construir la relación. Escucha lo que dice y observa la forma en la que actúa. Su comportamiento puede hablar más alto que sus palabras. Cuando estés con esa persona, hazlo al cien por cien, y préstale toda tu atención. De este modo percibirás mucho más que simples palabras en una conversación. Cuando escuches, no escuches para responder, solo escucha atentamente y de forma activa. Haz un esfuerzo por responder tal como deseas, y evita reaccionar a lo que el otro dice. Elige tus palabras cuidadosamente, y piensa si lo que vas a decir simplemente llena el silencio, o si es realmente significativo, positivo, y necesario. Aprendemos mucho en nuestras relaciones. Nos convertimos en mejores personas a través de las relaciones que establecemos con los demás. Cambiamos las vidas de aquellos a quien amamos. Somos transformados por el Amor que damos y recibimos. Una relación debe sacar lo mejor del otro (¡con suerte!). Y si este no es el caso, podría estar enseñándote algo. Si la relación que mantienes con alguien no funciona, no culpes únicamente a la otra persona, obsérvate a ti también, y averigua qué puedes hacer para mejorarla, incluso si es solamente ser más amoroso. Date cuenta de lo que aportas a cada una de tus relaciones, e intenta dar lo mejor de ti en cada encuentro y conversación. No pidas Amor, compártelo, entrégalo libremente y se te devolverá multiplicado. "Permite que haya espacios en vuestra unión y deja que los vientos del cielo bailen entre vosotros. Amaos el uno al otro, pero no construyáis un vínculo de amor: que sea más bien un mar en movimiento entre las orillas de vuestras almas"
Khalil Gibran El Amor es la energía que nos conecta a todos, es la fuerza que te transforma, te sana y te mueve. Tu existencia tiene sentido porque amas, porque naciste para aprender cómo amar incondicionalmente, y cómo recibir este tipo de Amor. El Amor nunca desaparece, no puede ser eliminado, no se extingue. El Amor incondicional no. El verdadero Amor, el que deseo ofrecer al mundo, es una fuerza tan poderosa que nunca puede ser destruida. Es más que un sentimiento, y dura más que una relación o amistad, porque siempre está ahí. Es un gran Amor, con "A" mayúscula. El tipo de Amor que experimentamos desde la niñez es normalmente el Amor condicional, aquel que intercambia afecto por afecto, y siempre espera algo a cambio, el que intenta poseer o controlar, el que puedes perder en cualquier momento si no te comportas de cierta manera. Pero eso no es Amor verdadero. Cuando alguien te dice "Te amo", no escuches sus palabras, observa sus actos y lo que estos dicen. El Amor, para ser verdadero, tiene que ser demostrado en la acción; no puede ser una palabra simplemente. Cuando amas a alguien realmente, incondicionalmente, sin ninguna razón específica, experimentas el Amor divino. Puedes amar a alguien a pesar de quién es. No porque esa persona esté haciendo algo por ti, o porque comparte una relación contigo, sea esta del tipo que sea. Puedes amar a los demás porque así lo deseas y decides. Cuando el Amor surge de tu interior, y está basado en tu decisión de amar a todos y a todo lo que te rodea, pase lo que pase, es Amor verdadero. Entonces no tienes que esperar a que otros te amen, porque reconoces y conectas con el Amor que existe en ti y, lleno de este, puedes compartirlo con otros y multiplicarlo. El Amor siempre vuelve a tu vida desde cualquier lugar, como resultado de tu decisión de compartir tu Amor constantemente e incondicionalmente. El Amor es energía, y los demás pueden sentirla. No es necesario que le digas a todo el mundo "Te Amo". Puedes hacerlo con tu intención. Tu energía le comunicará al resto del mundo lo amoroso que eres, y tus acciones lo demostrarán. Si deseas que el mundo sea un lugar mejor, lo único que tienes que hacer es ser más amoroso. Esto no solamente transformará tu vida, sino que cambiará la vida de aquellos que entren en contacto contigo, y el mundo como resultado de ello. ¡Ama! "El amor verdadero empieza cuando no se espera nada a cambio"
Antoine de Saint-Exupéry |
Autora
Judith Costa es Coach de Amor Incondicional, creadora de cursos, escritora y conferenciante. Posee un Máster en Psicología y Psicoterapia y un MBA. Es consultora certificada y profesora de Registros Akáshicos, terapeuta de vidas pasadas y entrenadora de felicidad certificada. Ayuda a sus clientes a amarse a si mismos, a manifestar la relación que desean, y la vida que merecen. Archivos
November 2023
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