Cada una de las experiencias que vives durante tu día es una oportunidad para elegir el Amor. Cómo actúas en cada momento importa. No te centres en las grandes ocasiones; date cuenta de los pequeños momentos de tu vida en los que reaccionas con ira o pierdes los estribos, cuando alguien dice o hace algo que desencadena una reacción instantánea en ti. Cuando te encuentres en uno de estos momentos, pregúntate: ¿por qué estoy reaccionando de esta manera ahora? La respuesta podría ser que estás tomando lo que la otra persona dice o hace como algo personal. Pero lo que la gente hace, sus actos o interacciones contigo, muestran quiénes son y lo que piensan, y no tienen nada que ver con quién eres tú. A lo largo de tu vida, es posible que hayas aprendido a tomarte las cosas personalmente, a interpretar las interacciones con los demás como "cosas que otros me hacen". Pero en realidad no te hacen nada a ti, se lo hacen a sí mismos. El otro día tuve un encuentro incómodo con la persona en el mostrador de seguridad de mi edificio. Me dijo algo en mal tono, fue desagradable. Era tarde y yo estaba cansada. La respuesta que le di fue en el mismo mal tono que ella había usado al dirigirse a mí. Ella desencadenó algo en mi interior. Pero lo que sucedió no es tan importante como la oportunidad que perdí de elegir el Amor, de responderle con calma y cortesía, de una manera amorosa. Olvidé que su comportamiento tenía que ver totalmente con ella, con su mal humor, o tal vez con su forma de ser. No tenía nada que ver conmigo. No te fijes en lo que hacen los demás; date cuenta de lo que sientes cuando otros hacen algo. Recuerda que nadie es capaz de hacerte pensar o sentir nada; solo tú puedes hacerlo. Observa lo que piensas y sientes en ese momento, y pregúntate: ¿Por qué estoy sintiendo esto ahora? Puede parecerte un desafío preguntártelo mientras estás en la experiencia, pero inténtalo de todos modos, o hazlo en otro momento. Date cuenta de lo que está sucediendo en tu interior. Cuando te observas y tomas conciencia de tus reacciones sin culpar a los demás, descubres cosas sumamente valiosas sobre ti, como patrones de pensamiento o comportamiento. Tal vez siempre han estado ahí, pero nunca los viste antes. Es posible que recuerdes situaciones similares que viviste en el pasado en las que reaccionaste de la misma manera, o te des cuenta de que la relación con cierto tipo de personas siempre ha sido un desafío para ti. Cuando me pregunté por qué reaccioné como lo hice con la persona de seguridad, noté que tenía algo que ver con mi opinión sobre las figuras de autoridad y el abuso de poder. También me di cuenta de que me sentí infravalorada al ser tratada de una manera que yo consideraba una falta de respeto. Todo esto no tiene que ver con ella sino conmigo y con cómo yo veo el mundo y a mí misma. Ella tocó múltiples teclas en mi interior. Pero ninguna de ellas es una razón para no elegir la paz, el Amor y la armonía. El Amor es un estado del ser, no algo que decides compartir con algunas personas y no con otras. Eres Amor, y puedes demostrarlo dondequiera que vayas, en el supermercado, en el trabajo, en la oficina de correos, en el gimnasio o con tu familia y amigos. Decide no tomarte las cosas personalmente; hazlo porque te amas. Permita que otros tomen sus propias decisiones. No es tu tarea juzgarlos. Si deseas que exista más Amor en el mundo, pon más Amor en tu vida y en la de los que te rodean. No pidas a los demás que sean amorosos. Ofrece tú el Amor que deseas. Exprésate, di lo que quieras decir, deja claro lo que consideras inaceptable, o establece límites. Pero hazlo sin responder a una agresión con otra agresión, la ira con más ira y falta de amabilidad con mayor falta de amabilidad. El mundo en el que vivimos puede ser transformado si decides transformarte a ti. Siempre estamos esperando a que las cosas cambien, pero tú eres el agente del cambio. En cada momento de tu vida puedes escoger; elige siempre el Amor. El tipo de Amor que incluye paz, amabilidad, armonía, equilibrio, conciencia, comprensión, paciencia y perdón. Elige el Amor en acción. "Las personas que más me inspiran son aquellas que están dispuestas a ver el mundo desde una perspectiva amorosa. Personas que perciben los obstáculos como oportunidades y los problemas como tareas espirituales. Las personas que eligen el Amor"
Gabrielle Bernstein
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Todos queremos ser amados y apreciados por lo que somos. Deseamos establecer relaciones que aporten grandes dosis de Amor y felicidad a nuestras vidas. Pero a menudo nuestras relaciones se vuelven problemáticas y sufrimos. El Amor se convierte en un asunto complicado. ¿Cómo podemos aprender a amar mejor? Amando. Amando más y más. El Amor está en tu interior. El Amor más grande de todos es el Amor que te ofreces a ti. Cuanto más Amor propio cultivas, más Amor generas y puedes compartir con los demás. Cuando estás en una relación, compartes el Amor que ya posees. El Amor no es un intercambio: tú me das tu Amor y yo te doy el mío. Se convierte en algo superior cuando no pones límites ni condiciones a tu Amor, y amas libre y abundantemente. Si te amas, evitarás complicaciones en tus relaciones. Cuando surgen problemas en tus relaciones, puede parecerte difícil no tomarte las cosas personalmente. Pero la forma en la que otra persona actúa solo demuestra quién es, no la cantidad de Amor que tú te mereces. Es fácil interpretar lo que otros te hacen y el dolor que sientes como: “No merezco ser amado” o “Hay algo erróneo en mí”. Cuanto más te ames, más capaz será de evitar las relaciones en las que existen numerosos conflictos, luchas de poder, juicios, necesidad de controlar o drama. El Amor hace que surja a la luz lo mejor de ti. Cuando establezcas una relación de cualquier tipo, recuerda que uno de los propósitos de las relaciones es que estamos juntos para crecer. Hay relaciones que sacan lo mejor de ti. Debido a la relación con esa persona, te conviertes en la mejor versión de ti mismo. Esas son las conexiones que te conviene cultivar. No es que tengáis que compartir las mismas opiniones acerca de todas las cosas. Debes respetar al otro y darle suficiente espacio para crecer. Céntrate en lo que os une, y no en vuestras diferencias o lo que os separa. Amar a alguien no significa resolver su vida. Cuando amas verdaderamente a una persona, puedes sentir la tentación de ayudarla “demasiado”, tratando de solucionar sus problemas, salvándola, evitándole desafíos o sacrificándote por su bienestar. Cuando haces eso continuamente, puedes no estar realmente amando a ese ser, sino controlándolo. Ya que le quitas la oportunidad de cambiar, crecer, aprender a su manera, o tomar sus propias decisiones. El Amor tiene que ser libre para ser realmente Amor. No se puede manejar a través de estrategias. Debe fluir. Obsérvate para descubrir patrones de pensamiento o comportamiento que te pueden haber pasado desapercibidos. Por ejemplo, cuando tienes miedo al abandono y estás en una relación amorosa, este miedo puede desencadenarse de forma inesperada. Si tienes miedo de perder el Amor, es posible que cambies tu comportamiento para asegurarte de complacer a la otra persona y que la relación continúe. Pero en ese momento, sin darte cuenta, dejas de ser tú. Desapareces y entregas tu poder para asegurarte de que la otra persona permanezca en la relación, porque recibir su Amor es más importante que ser tú. Ya no eres libre; estás apegado a un Amor que no quieres perder. Amar es una opción que tomas a diario. No es un sentimiento pasajero. Es un estado del ser. Tú decides amar. Puedes amar a los demás a pesar de quienes son porque la decisión es tuya. Tú defines con quién compartes tu Amor. Puedes amar al Universo y todo lo que hay en él, incluidos sus océanos, árboles y animales, o solo a tus seres queridos. Tú eres quien lo determina. Cuanto más Amor compartas, más recibirás. Se multiplica. El Amor que das volverá a ti. El Amor está siempre en tu interior. "Realmente tenemos que entender a la persona a la que queremos amar. Si nuestro amor es sólo una voluntad de poseer, no es amor. Si solo pensamos en nosotros mismos,
si solo conocemos nuestras propias necesidades e ignoramos las necesidades de la otra persona, no podemos amar." Thich Nhat Hanh Hay momentos en la vida en los que tienes que encontrar la fuerza necesaria para atravesar situaciones difíciles en tu vida. Te puede parecer imposible superar algo cuando no tienes la energía para ello, o te sientes fracasado y derrotado. Si se acumulan muchas cosas, quizás creas que es demasiado para que puedas resolverlo todo, y pienses en darte por vencido. Todos hemos experimentado alguna crisis, sufrido problemas de salud o en nuestras relaciones, hemos perdido a alguien a quien amamos, pasado por dificultades financieras, o nos hemos enfrentado a otros eventos importantes, como una pandemia. En esos momentos, puedes pensar que todo es complicado, que la vida está en tu contra, o que estás teniendo una racha de mala suerte. Es común echarles la culpa a las circunstancias, a otras personas, o intentar huir de los problemas. Te invito a que te enfrentes a estos tiempos difíciles con comprensión y amabilidad hacia ti. ¡Tú eres lo más importante! No te juzgues por lo que te está sucediendo, no te quedes estancado ahí. Necesitas tu apoyo cuando todo se vuelve negro, incómodo, o tienes miedo. Te mereces tu Amor. Cuanto mejor te trates en los momentos complicados, más energía tendrás para superarlos. La situación en la que te encuentras no es culpa tuya. No te declares culpable. Pero eres tú quien puede transformarla. Es responsabilidad tuya cuidar de ti. Que eres responsable significa que puedes ejercer tu capacidad de respuesta, que puedes elegir cómo responder. No puedes cambiar lo que está pasando, pero puedes responder a la vida y a las circunstancias en las que te encuentras de la manera que tú desees. Ese es tu poder. Esta es tu vida, y tú decides cómo vivirla. Siempre hay algo que puedes hacer mientras vives esta etapa de tu vida en la que estás sufriendo. Lo primero es aceptar lo que está sucediendo y ser honesto contigo. Obsérvalo desde una posición neutral, sin juzgarlo. No puedes resolver algo convirtiéndote en tu propio enemigo, criticándote por la situación en la que te encuentras, o por lo que no funciona en tu vida. Perdonarte puede ayudarte a deshacerte de las cosas del pasado que deseas dejar atrás, y liberarte para que construyas la vida que deseas. Deja de decirte a ti mismo que no eres capaz o lo suficientemente bueno para superar algo, y en vez de ello, empodérate. Desarrolla resiliencia. Observa el momento y a ti mismo con atención plena. Esta situación podría ser una oportunidad para cambiar una creencia, o comprender tus sentimientos si te permites sentirlos. Tal vez descubras que eres más fuerte de lo que imaginas. Recuerda otros desafíos que superaste y cómo te sentiste cuando sucedió. No olvides que siempre estás respaldado por el Universo, incluso cuando te sientes solo o perdido. Eres amado tal como eres. Pregúntate cómo puedes ver tu situación de vida de manera diferente, cómo puedes adoptar una perspectiva distinta sobre lo que está sucediendo. Eso te permitirá hacer un cambio. No te concentres solo en lo que te está pasando, en el problema o sufrimiento actual. Conecta con lo que vendrá después de lo que está pasando ahora. Imagina la vida que quieres construir de ahora en adelante, y visualiza un hermoso futuro ante ti. Hay una nueva realidad esperándote, y necesitas viajar hasta ella. Puedes llegar allí a tu propio ritmo. No te apresures ni te presiones. Hazlo por ti. Puedes transformar tu vida. Yo creo en ti, y tú también deberías hacerlo. “Es parte de la vida encontrar obstáculos. Se trata de superar obstáculos;
esa es la clave de la felicidad” Herbie Hancock El Amor es la fuerza poderosa que nos conecta a los demás y a todo lo que existe. Es la razón de nuestra existencia y la energía que nos transforma. ¿Cómo podemos hacer que esté más presente en nuestras vidas? El Amor es una energía con la que puedes conectar. No es un sentimiento pasajero. Es una opción que tienes que elegir. Muestra tu Amor a través de tus acciones. Elige responder a tus experiencias de vida con Amor. Un Amor fuerte, verdadero, poderoso, que permanece presente, es compasivo y no se rinde. Puedes comenzar agregando más Amor a la relación contigo. Aprecia quién eres. Date más abrazos. Cuanto más conectado estés con el Amor, mejor podrás compartirlo con quienes te rodean en forma de buenas acciones, calma, sonrisas y otros actos de Amor. Cada pequeño gesto de Amor cuenta y se suma al total. No pierdas ninguna oportunidad de ser más amoroso y menos crítico contigo. Puedes conectar con el Amor y experimentarlo en tu interior con tanta frecuencia como quieras. Solo tienes que invertir un par de minutos y es muy gratificante. Puedes hacerlo pensando en un ser a quien ames profundamente, como tus hijos o tu mascota, concentrándote en cualquier persona que te permita sentir Amor instantáneamente. También puedes recordar un momento amoroso que compartiste con alguien. Siente el Amor, sumérgete en él. Quédate ahí disfrutando del momento. Concéntrate solamente en el Amor. Si hay algo que deseas cambiar, como una relación que no funciona, o el hecho de que la gente muere de hambre, no sientas frustración, decepción o te enfades por la situación. Por el contrario, añade más Amor estableciendo la intención de que se puede resolver, que podemos ponernos de acuerdo y tomar medidas para encontrar una solución. Envía tu Amor energéticamente, no ignores la situación. Confía en que el Amor puede afectarla y cambiarla. Tu Amor puede transformar el mundo. Así de poderoso es. La forma en la que vivas y lideres con Amor tocará a otros, creando un mundo más amoroso. Conecta con el Amor que existe. Hay Amor a tu alrededor. Si prestas atención, lo verás y lo sentirás. Una familia compartiendo una comida, el abrazo de un niño, un beso de una pareja, una gran sonrisa que alguien te ofrece en una tienda, el camarero que te atiende amablemente en un restaurante, un colega que te echa una mano, un amigo que te invita cenar... Mira a tu alrededor y verás un mundo diferente, uno donde el Amor está presente y vivo. Un planeta donde el Amor existe y sana las heridas que tenemos. Ser más amoroso cada día depende de ti. Nada tiene que cambiar para que lo hagas. Es tu elección. No esperes hasta que el Amor aparezca en tu vida; muestra tu Amor y más Amor llegará a ti. "Reparte amor dondequiera que vayas. No permitas que nadie se
acerque a ti sin irse más feliz" Madre Teresa Para algunas personas, es más fácil dar que recibir. Durante nuestra educación y a través de la cultura en la que vivimos recibimos numerosos mensajes sobre lo importante que es amar y dar a los demás. Esa idea es aprendida, y queda grabada en tu mente. En tu vida dispondrás de muchas oportunidades para dar, para estar ahí cuando otros te necesiten, asegurarte de que los demás estén bien, ayudar a todos, no solo a aquellos a quienes amas. Y también obtienes algo de todo ello; te hace sentir bien. Es muy gratificante servir a los demás, dar, ofrecer lo que tienes. Quizás nadie te haya explicado que es igualmente importante saber recibir. No podemos centrarnos solamente en dar y olvidar el otro extremo. Nunca pongas condiciones al Amor que recibes. Acéptalo con el corazón abierto y agradécelo. Si te llega algo es porque te lo mereces. Prepárate para recibir sin sentir que tienes que entregar algo a cambio. ¡Es hora de recibir! No puedes recibir lo que no crees que puede ser tuyo. Sentir que no eres digno de recibir algo garantiza que no puedes tenerlo, y que incluso puedes rechazarlo. Alguien puede ofrecerte su Amor y cariño, pero no puedes aceptarlo o sentirlo porque no sientes que te lo mereces. El Amor es real cuando hay un flujo en el dar y recibir, cuando existe balance. Sabemos amar, es natural para nosotros, pero muchas veces ponemos límites al Amor que recibimos de los demás, impidiendo que este llegue a nosotros. Eres un regalo precioso. Tu singularidad te hace especial. Comparte quién eres con los demás, entrégate. Muéstrale al mundo quién eres. Expresa tus dones. No te escondas pensando que no eres lo suficientemente bueno para ser visto tal como eres. No eres un ser humano más. Solo hay uno como tú. Comparte tu Amor, sonrisa, abrazos, risas, conversación, ideas, compasión, y sentido del humor. Entrega todo lo que eres y observa lo que recibes. Tenemos que aprender a cuidar de nosotros mismos. Sin darnos cuenta, podemos ponernos en último lugar de la lista. Seguimos dando hasta que agotamos nuestras reservas. El Amor, cuidado, tiempo y atención que les das a los demás, entrégatelo también a ti. Hazlo porque te amas. Te mereces tu Amor. Necesitas la comprensión y el cariño que ofreces a otras personas. Dedica tiempo a saber lo que te hace falta y entrégatelo. He vivido relaciones en las que pensé que tenía que dar y dar aún más para mantener viva la relación. Me abandoné a mí para hacer feliz a los demás. Ahora sé que no funciona el entregarse de esa manera. Tiene que haber un equilibrio. Hay momentos para dar y es muy placentero hacerlo. Pero el Amor no es sacrificio. Necesitamos recargar nuestras baterías antes de que se terminen, o no podremos seguir dando. En el Amor, apoyamos a los demás, pero también necesitamos apoyarnos a nosotros mismos y ser apoyados. Vive y da Amor, y ábrete a recibirlo. “Él siempre había sabido que para recibir de verdad, tienes que dar.
Ahora entendía la equivalente verdad: que para poder dar con todo el corazón tenías que estar preparado para recibir a su vez” Elizabeth Rolls ¿Te has preguntado qué te impide crear la vida que desearías vivir? Tal vez sientas que por un lado están tus sueños y deseos, y por el otro parece surgir una fuerza que te impide alcanzarlos. Pueden existir numerosas razones por las cuales tu vida no es como tú quieres que sea, pero la más importante eres tú. ¿Estás diciendo no a las oportunidades y cambios que pueden mejorar tu vida? Tal vez lo hagas inconscientemente, porque tienes miedo o no te sientes preparado para ese desafío. Quizás porque la rutina se ha apoderado de ti y no buscas nada diferente, o te has acomodado a lo que la vida te trae cada día. Eres un ser poderoso y un creador. Te propongo que te conectes con tu fuerza interior, recuperes tus viejos sueños, y encuentres la confianza necesaria para vivir la vida a tu manera. ¡Sé que puedes hacerlo! Empieza ahora. Un pequeño paso puede darte la energía que necesitas para continuar. Haz algo que te acerque a donde quieres llevar tu vida. Quizás hayas dejado de creer en ti. Esto puede ocurrir cuando sientes que has fracasado, pierdes la confianza, o la situación a la que te enfrentas parece demasiado grande. Debido a la acumulación de situaciones de vida con las que te has encontrado, es posible que hayas adoptado la idea de que no puedes cambiar tu vida, de que no eres capaz. Descubre lo que piensas sobre ti y transforma lo que no te ayuda. Es posible que hace mucho tiempo llegases a ciertas conclusiones sobre quién eres, y que incluso hayas olvidado la razón que te llevó a crear esas opiniones. Pero ¿quién te dijo que son ciertas? Son opiniones y las puedes cambiar. Debido a esas creencias, puedes tomar acciones que no te favorecen. Por ejemplo, posponer cosas constantemente, comenzar algo y dejarlo, o culpar a las circunstancias o a otras personas. Es importante descubrir las creencias que tienes sobre ti y tus capacidades. Las palabras que escuchaste en el pasado o durante tu infancia, de cualquiera de las figuras de autoridad importantes para ti, pueden estar totalmente presentes en tu vida todavía. Pueden influir en las ideas que tienes sobre lo que puedes o no hacer. Identifica ese material y libérate de él. Son historias del pasado. Si cambias tus ideas sobre ti, cambiarás el futuro que creas. Observa las conversaciones que suceden en tu mente y date cuenta si en ellas existe suficiente apreciación por quién eres. Eres un ser increíble. Permítete brillar. Date cuenta de que eres importante y te mereces felicidad y satisfacción. Debes empezar a mirarte con más Amor, cariño y amabilidad, con una mirada compasiva. Lo que otras personas piensen de ti no es asunto tuyo. No prestes atención a las opiniones que los demás tienen sobre ti. Date permiso para ser tú. Descubre lo magnífico que eres. Ve a tu interior y encontrarás toda la belleza y el Amor que ahí existe. No te fijes solamente en tus defectos y faltas. Concéntrate en tu valor intrínseco que es tu derecho de nacimiento. Es constante. No puedes perderlo. Siempre te pertenecerá independientemente de tus logros en la vida. Eres libre para ser como tú desees. Esta es tu vida. Tú la creas. “Lidera una vida según tu propio diseño, en tus propios términos.
No una que otros o tu entorno hayan escrito para ti" Tony Robbins El Amor siempre está disponible. Nunca desaparece ni se esconde. Puedes olvidar que está esperando a que conectes con él, y que se encuentra a tu alrededor en todo momento, incluso cuando no lo sientes conscientemente. No me refiero solamente al Amor romántico, sino al Amor por todo lo que existe. Si lo deseas, puedes conectar con el mundo a través de tu corazón. Puedes concentrarte en expandir tu Amor, compasión y bondad. Esto provocará un cambio instantáneo en la energía del planeta, no solo en ti y en aquellos con quienes compartes tu vida. Parece que el Amor reside en tu corazón, el centro de tu poder y existencia. Tu centro energético y fuente de energía vital. Pero el Amor, como energía, puede estar en todas partes simultáneamente y viaja sin fronteras ni medios de transporte. Puedes enviar Amor a quien quieras, y lo único que necesitas es tu intención. Llegará de forma segura e instantánea, y será recibido por la persona o grupo a quien se lo hayas enviado. Sentimos el Amor, las emociones humanas y sensaciones profundas, en esa zona de nuestro cuerpo que llamamos corazón. Es útil saber que hay un lugar físico al que puedes ir para conectar con el Amor que sientes. Puedes usar esta sencilla práctica siempre que quieras conectarte con el Amor. Pon la mano en tu corazón y siente el Amor en tu interior. Es una fuerza que reside dentro de ti. Quédate ahí, tranquilo, centrado en el Amor en tu corazón. Permite ahora que el Amor se transmita por todo tu cuerpo, tocando cada partícula de él. Ahora estás lleno de Amor. Visualiza que el Amor te rodea como si fuese una burbuja. Imagina que tu corazón tiene puertas, y se abren, permitiendo que tu Amor se expanda, llenando la habitación donde estás y todo aquello que toca. Finalmente, tu Amor viaja fuera de tu hogar y llega al mundo, y es compartido con todos y con todo. Es bueno que conectes con el Amor con regularidad. Es importante mantener nuestro corazón abierto, ya que ciertos eventos o decepciones pueden provocar que no nos sintamos amados, o que nuestro corazón se rompa. O podemos sentir que nuestro corazón está cerrado; que no nos es posible dar y recibir Amor. Podemos sentirnos desconectados de los demás, solos, o inundados por la tristeza. Es como si el punto de conexión se hubiera roto y no pudiéramos volver a abrir nuestro corazón al Amor. Puede que tengamos miedo a sufrir y decidamos ignorar al Amor, pero no funcionará. El Amor llamará a tu puerta una y otra vez. No puedes vivir sin él porque es la razón por la que estás vivo. Es lo que hace que la vida valga la pena. Es la energía que nos conecta a todos. Elige poner aún más Amor en cada uno de tus encuentros. Ama sin motivo. Ama libremente. Ama porque lo deseas. El Amor es más que un sentimiento pasajero o una emoción intensa. Puede convertirse en tu ser si así lo decides. "El amor no es solo algo que sientes, es algo que haces"
David Wilkerson Experimentamos multitud de cosas cada día. Acumulamos pensamientos y sentimientos y, con frecuencia, no invertimos tiempo en comprenderlos y dejarlos ir. Vivimos rápido. No disponemos de espacio para adentrarnos en nuestro interior. La vida continua. Solemos actuar así hasta el momento en el que nos encontramos ante una crisis y tenemos que detenernos. Puede suceder en forma de accidente, enfermedad, relaciones que no funcionan, pérdida de un ser querido, problema financiero, o sentirte desconectado de ti mismo. Si no te detienes, la vida te detendrá. Es necesario dedicar tiempo a sanar tus experiencias, todas ellas, y a procesar lo que te va sucediendo. Así podrás encontrar una manera de liberar o perdonar una situación o evento vivido. No es una buena idea que reprimas lo que sientes, lo ignores, o culpes a otros por las situaciones en las que estás involucrado. Estás aquí para aprender algo de cada pequeña cosa que te sucede. No te obsesiones por un problema o cuestión. Llévate contigo lo que te ha enseñado esa vivencia y continua con tu vida. No te permitas repetir una y otra vez los mismos patrones o formas de reaccionar ante la vida; obsérvate. Cuando tu cuerpo te dé señales de malestar, sientas un dolor inesperado, o te falte energía, no esperes a sentirte enfermo o a que el dolor se haga crónico. Haz una pausa y tómate un descanso. Cuídate. No hagas nada durante unas horas. Encuentra el tiempo para sanar en ese momento. Escucha lo que tu cuerpo está tratando de decirte. No te presiones para estar bien. Solamente date cuenta de lo que está sucediendo. Cada enfermedad tiene un significado profundo a nivel del alma. Únete a tu cuerpo y envíale Amor, en lugar de pensar por qué no está funcionando correctamente. Tu cuerpo quiere sanar. ¿Qué puedes hacer para ayudarlo? ¿O qué puedes dejar de hacer para apoyar a tu cuerpo a retornar al bienestar? El tiempo es el elemento clave. No me refiero al tiempo en horas y días, sino más bien a un tiempo interno en el que escuchas lo que sucede dentro de ti. Preguntamos a los demás cómo están con gran frecuencia, podemos hacer lo mismo con nosotros. Mantente en contacto contigo, sé consciente de lo que te está pasando, pero sin juzgarte. Encuentra tiempo para estar contigo, con tus heridas, tus asuntos incompletos, las complicaciones en tus relaciones, o lo que sea que estés sintiendo en este momento. No nos damos el tiempo suficiente para cargar nuestras baterías, para reconectar con nosotros y con nuestro mundo interior. Queremos continuar con nuestra vida inmediatamente, pero las cosas se resuelven en el momento adecuado, no cuando nosotros queremos. No escojas el camino más fácil que supone estar siempre ocupado, no tener tiempo para sentir o dejar ir aquello que no te beneficia. Eso solamente te ayudará a posponer lo inevitable. Más adelante tendrás que enfrentarte a lo que abandonaste por el camino. Todas esas cosas que has acumulado no desaparecerán de tu vida solo porque pospongas el ocuparte de ellas por mucho tiempo. Se disuelven cuando las confrontas y decides conscientemente estar con ellas, sentirlas, comprenderlas, responsabilizarte por ellas, liberarlas, perdonar a los involucrados, incluyéndote a ti mismo, y liberarte para seguir adelante y comenzar de nuevo. Queremos resolverlo todo rápidamente. Lo sé porque yo también he estado numerosas veces ahí. Hago muchas cosas, y me exijo más y más, hasta que me doy cuenta de que me he olvidado de cultivar mi paz interior y de cómo sentirme bien conmigo misma. No des por garantizada tu vida, tu salud o tus relaciones. Da gracias por todo lo que tienes. La gratitud es el secreto de la vida. Has recibido el regalo de la vida. Detente, siente y vive. Y cuando llegue el momento, tómate el tiempo necesario para sanar "Es posible que la sanación no se trate tanto de mejorar como de dejar ir todo lo que tú no eres, todas las expectativas, todas las creencias, y convertirte en quién eres"
Rachel Naomi Remen Tendemos a mirarnos con ojos críticos. Cuando queremos cambiar algún aspecto de nuestra vida o de nosotros mismos, lo hacemos por obligación, sometiéndonos a cierta presión, porque no nos gustamos, o desde la perspectiva de no estar a la altura. A menudo, somos muy exigentes y estrictos con nosotros mismos, y tratamos de cambiar las cosas con un mayor esfuerzo, sacrificándonos, y sufriendo. Te propongo un plan diferente. Mírate con un sentido de aprecio. Reconoce tu valor. Obsérvate con una mirada amorosa. Date cuenta de lo que está sucediendo en tu interior. Simplemente obsérvate, sin juzgarte, y trata de entender quién eres, qué piensas y sientes, por qué haces o dejas de hacer ciertas cosas, o qué te hace reaccionar. Descúbrete. También juzgamos la realidad. Si prestas atención, te darás cuenta de cuántas veces al día te quejas cuando la realidad no encaja con el concepto que tienes de ella, o las cosas no salen como tú quieres. Observa qué te hace sentir frustración o tristeza, qué cosas te desequilibran o te ponen de mal humor. Examina todo este material con curiosidad y comprensión. No seas duro contigo por estar donde estás, o por todo aquello que consideras errores, defectos, imperfecciones, o faltas. Quédate donde estás, totalmente presente, sin quejarte, sin juzgar el mundo que te rodea o tu universo interior. Supongamos que estás cuidando a alguien que tiene problemas de salud. Sabes que esa persona puede hacer más para mejorar su estado, y te gustaría que asumiera responsabilidad sobre su curación. Pero no es eso lo que está sucediendo. Eres comprensivo, amable, paciente, y cariñoso, hasta el momento en el que, inesperadamente, explotas por una pequeña cosa. En ese momento, le hablas a esa persona con un tono de enfado diciéndole que tiene que cambiar su comportamiento y poner más esfuerzo en su curación, o que tú no vas a continuar presenciando esa situación. Te has alejado totalmente del Amor que sientes por ese ser. Algo ha cambiado en tu interior. Si te observas, verás qué es lo desencadenó ese tono de enfado y tus palabras, por qué reaccionaste así, la cantidad de emociones que has acumulado, tu miedo a perder a esa persona que amas en acción, la necesidad de expresar tus sentimientos, la frustración e impotencia que has estado escondiendo, y mucho más. Si te das cuenta de lo que sucede en tu interior, aprenderás mucho sobre ti y cómo vas por la vida. Eso es lo importante. Entenderte un poco más cada día. Si reaccionas, te enfadas, y pierdes los estribos, no pasa nada. Eres humano. Puedes perdonarte, dejar ir todo lo que sucedió, disculparte si deseas hacerlo, o entenderlo y continuar con tu vida. Pero presta atención, porque te puedo asegurar que muy pronto te sucederá algo similar. Si has aprendido de la última experiencia vivida, las cosas pueden desarrollarse de manera diferente. De lo contrario, puedes volver a reaccionar de la misma forma. La vida te dará múltiples oportunidades para aprender y practicar. Suspender tu reacción instantánea te dará tiempo para observarte y elegir tu respuesta. Observa cómo se alteran tus pensamientos, y tus emociones están en plena acción mostrándote lo que estás experimentando en ese momento. ¿Por qué esto es importante? Porque si puedes darte cuenta de tu comportamiento, y crees que esa no es la experiencia que deseas, entonces puedes hacer algo al respecto. Una vez eres consciente, puedes decidir. Tienes el poder de elegir. Respirar profundamente, parar y observarte en cualquier situación que estés viviendo, te permitirá convertirte en alguien diferente. Puede que no tengas control sobre los sentimientos que experimentas, pero siempre puedes elegir cómo responder a la vida y sus eventos. Una reacción instantánea puede ser algo que hayas aprendido, un patrón, pero se puede cambiar con un poco de práctica. Pero solamente si te das cuenta de que tienes el poder para hacerlo. Si te observas con compasión y comprendes lo que está sucediendo en tu interior. Si decides no reaccionar y eliges ser más amoroso, comprensivo y paciente contigo y con los demás. "La mejor forma de capturar momentos es prestar atención.
Así es como cultivamos la atención plena" Jon Kabat-Zinn Estar contigo mismo significa pasar tiempo en tu compañía. Es tomar conciencia de lo que está sucediendo dentro de ti, internamente, y no solo a tu alrededor. Tienes un mundo en tu interior que quizás aún no hayas descubierto. Si prestas atención, distinguirás más que pensamientos en tu mente o sensaciones en tu cuerpo. Podrás recibir mensajes, orientación, información útil, y sentirte más equilibrado y en balance. Es difícil pasar tiempo con alguien que no te cae bien. A veces huimos de nosotros por esta razón. Si no tienes una buena opinión sobre ti y tu vida, es posible que no te parezca un buen plan pasar el rato contigo. Un buen comienzo será mirarte con nuevos ojos, sin juzgarte, desde una perspectiva diferente. Es necesario que aprecies más tus dones que tus defectos. Los pensamientos críticos y el no poder perdonarte pueden ser la razón por la que te es difícil sentirte conectado y bien a solas contigo. Cuando estás con alguien a quien amas, prestas atención a lo que le gusta y lo que no, sus necesidades y deseos, lo que dice y su lenguaje corporal. Miras a los ojos de la persona. Estás presente, totalmente ahí. Pero ¿qué haces cuando estás en tu compañía? Quizás te olvidas de que existes la mayor parte del tiempo. No te cuidas porque otras cosas o personas son prioritarias, no escuchas a tu cuerpo, sus mensajes o señales de alerta, ignoras lo que tus sentimientos están tratando de decirte… En resumen: tratas a los demás mejor de lo que te tratas a ti. El poeta Rumi pregunta en una de sus obras: ¿te visitas a ti mismo regularmente? Es una pregunta importante, porque tendemos a olvidar que necesitamos tener una buena relación con nosotros. Es la relación más importante que jamás estableceremos. Estas visitas pueden consistir en un paseo silencioso, tiempo para reflexionar, escribir en un diario, meditar, o hacerte preguntas. La actividad realmente no importa, se trata de dedicarte tiempo a ti y a tu sagrada esencia. En estudios recientes, los científicos han detectado que la mayoría de las veces no estamos presentes donde estamos. Nuestra mente divaga. Así es. Pero lo que debes saber es que podemos entrenar la mente para que divague menos, y esté más presente en la actividad o momento en el que nos encontramos. No es necesario practicar mucho, solo prestar atención, Requerirá más esfuerzo al principio, hasta que consigas vivir más en el presente, que en el pasado o el futuro. Es más fácil de lo que piensas, y los beneficios de mantenerte en el momento presente son enormes. Te invito a que lo pruebes. No pierdas más tiempo. Estás invitado a una fiesta especial contigo. Eres el único invitado. Es una oportunidad para conocerte mejor. Te lo vas a pasar en grande si tú quieres. Abandona cualquier expectativa. Ve con el corazón abierto y una carta de Amor para ti. No puedes perderte esta oportunidad de tener una relación más íntima contigo. Ámate sin razón alguna, sin condiciones. Te mereces tu Amor. No prestes atención a lo que no tienes o te gustaría alcanzar. Concéntrate en ser tú mismo. Aprecia lo que tienes y lo que eres ahora. Siéntete orgulloso de ti y tus logros. Estoy seguro de que eres único. Solo hay uno como tú. Te quiero tal como eres. "A veces solo tienes que apagar las luces, sentarte en la oscuridad,
y ver qué pasa dentro de ti" Adam Oakley |
Autora
Judith Costa es Coach de Amor Incondicional, creadora de cursos, escritora y conferenciante. Posee un Máster en Psicología y Psicoterapia y un MBA. Es consultora certificada y profesora de Registros Akáshicos, terapeuta de vidas pasadas y entrenadora de felicidad certificada. Ayuda a sus clientes a amarse a si mismos, a manifestar la relación que desean, y la vida que merecen. Archivos
November 2023
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